miércoles, 15 de febrero de 2012

Fabricación de un CD

El proceso de fabricación de un disco companto o CD utiliza un disco maestro en el que se graban los unos y los ceros, que consiste en una serie de hoyos microscópicos (o pozos), empleando un láser de alta potencia (más que el utilizado para leer el CD).

Este disco maestro es utilizado para estampar la imagen en el policasrbonato del CD. Una vez que el CD tiene estampado el conjunto de datos, se aplica una cubierta de aluminio, que caracteriza su habitual aspecto brillante y que sirve para reflejar la luz láser del cabezal de lectura. Después se aplica a todo el disco una fina capa protectora de laca transparente. Finalmente, se estampa encima la etiqueta.

 Las unidades de CD leen en la cara inferior del disco (la que no tiene la etiqueta), pero el conjunto de datos se estampa en el lado superior, debajo de la etiqueta.
La cabeza de la unidad envía un haz de lus desde la parte inferior del disco, que se refleja en la capa de aluminio. La cantidad de luz desde la parte inferior del disco, que se refleja en la capa de aluminio. La cantidad de luz reflejada depende de la superficie sobre la que incide el haz; si el haz de luz incide en un hoyo, esta se disipa y la intensidad reflejada es mucho menor que cuando incide sobre un llano. Los llanos funcionan como espejos, reflejando casi toda la luz que reciben. Si hacemos coincidir los hoyos con los ceros y los unos con los llanos, tenemos una representación binaria.

El CD dispone de una única pista en espiral, se inicia en la zona central del disco y finaliza en el borde exterior, la longitud es de aproximadamente 6 km.

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